Divorcio: Reacciones y Respuestas
/Marisol Muñoz-Kiehne, PhD
La reacción de cada hijo al divorcio de sus padres depende de su nivel de desarrollo, su personalidad y temperamento, sus estilos de aprendizaje, sus fortalezas y debilidades particulares, y sus necesidades únicas.
Pensamientos
• Simples- piensan en blanco y negro, que las cosas son buenas, o malas
• Mágicos- sienten que sus pensamientos causan los eventos
• Literales- ¿En verdad echaron a papa de la casa? ¿Otro hombre se robó a mi mama? ¿Es la novia de papá una bruja?
• Recuerdos- felices y tristes
• Quieren creer que fueron concebidos por amor, con esperanzas de formar una familia feliz
• Desean que papá y mamá se lleven bien y se reconcilien
Sentimientos
• Tristeza, soledad, sentirse rechazados- Extraño... Ya no les importo…
• Ira, irritabilidad- No es justo, no me gusta, lo odio, no quiero ir de un lugar a otro…
• Preocupación, inseguridad, vulnerabilidad, temor- ¿Qué va a pasar? ¿Qué tal si...? Me preocupa...
• Culpa- Si tan sólo yo hubiera...
• Vergüenza, pena- No quiero que la gente sepa…
• Celos, culpar a otros- Si no fuera por…
• Confusión- No entiendo…
• Alivio- Por lo menos ahora…
• Embotamiento- No siento nada. Nada me importa…
Preguntas
• ¿Por qué?
• ¿Es mi culpa?
• ¿Qué tal si los dos me dejan?
• ¿Qué va a pasar conmigo ahora?
• ¿Qué va a pasar ahora?
• ¿Qué se supone que haga yo?
• ¿Puedo arreglar esto?
• ¿De qué lado estoy?
• ¿Cuándo me voy a sentir mejor?
• ¿Cuándo se mejorarán las cosas?
• ¿Se normalizarán las cosas algún día?
Infantes (0-1 año)
• No comprenden las razones del conflicto, pero se dan cuenta del clima emocional del hogar, sienten la tensión y el descontento.
• Se dan cuenta de los cambios en los niveles de energía y en estado emocional de los padres.
• Se dan cuenta de cuando uno de los padres ya no está en el hogar.
• Dependen totalmente de los adultos que los cuidan.
• Comienzan a desarrollar confianza en otros y en el mundo.
• Cúanto tiempo se pase con los bebés determina la formación de los lazos afectivos.
• Fíjese si muestran señales de malestar. Si lucen más irritables, nerviosos, si demuestran más rabietas, pérdida de apetito, o retrasos en su desarrollo.
• Hágales sentirse seguros demostrándoles afecto, meciéndoles, tocándoles, hablándoles con cariño.
• Mantenga sus juguetes y objetos favoritos a la mano.
• Mantenga las rutinas lo más posible.
Introducir personas nuevas gradualmente.
Niños pequeños (1-3 años)
• Necesitan estabilidad y predictibilidad.
• Son egocéntricos: creen que causan todo lo que pasa.
• Fíjese si muestran señales de malestar: llanto excesivo, apego extremo, dificultades al dormir, pesadillas, ansiedad de separación, regresión a comportamientos más inmaduros.
• Ofrecerles más atención y cariño, especialmente a la hora de separarse.
• Hablar sobre el divorcio a un nivel que puedan comprender.
• Hacerles sentir seguros con muestras de afecto verbales y físicas.
• Demostrar que comprenden su malestar.
• Mantener las rutinas lo más posible.
• Introducir personas nuevas gradualmente.
Niños de edad preescolar (3-5 años)
• Necesitan estabilidad y predictibilidad.
• Son egocéntricos. creen que causan todo lo que pasa, piensan que pueden controlar los eventos, se sienten responsables o culpables del divorcio.
• Tienen fantasías sobre la reconciliación de los padres.
• Fíjese si muestran señales de malestar: tristeza, confusion, preocupaciones, temores, pesadillas, agresión, regresión a comportamientos mas inmaduros, aislamiento, apego extremo, quejosos.
• Hablar sobre el divorcio a un nivel que puedan comprender.
• Hacerles sentir seguros con muestras de afecto verbales y físicas.
• Leerles libros sobre el divorcio.
• Animarles a hacer preguntas y a hablar sobre sus sentimientos y pensamientos.
• Demostrar sensibilidad a sus temores.
• Decirles repetidamente que no son responsables por el conflicto o el divorcio.
• Apoyar la relación de los niños con el otro padre, a menos que sea peligroso.
• Mantener las rutinas lo más posible.
• Introducir personas nuevas gradualmente.
Niños de escuela primaria (5-12 años)
• Se dan cuenta de lo que pasa, pero carecen de las destrezas necesarias para lidiar con los conflictos.
• Pueden comprender el concepto de divorcio.
• Penan la pérdida de la familia como era antes del divorcio.
• Pueden sentirse rechazados por los padres.
• Tienden a culpar a otros, a menudo a uno de los padres.
• Hablar sobre el divorcio a un nivel que puedan comprender.
• Fíjese si muestran señales de malestar: tristeza, problemas académicos y/o sociales en la escuela, comportamiento inapropiado, achaques físicos, conflictos entre hermanos por competencia.
• Hacerles sentir seguros con muestras de afecto verbales y físicas.
• Leer libros sobre el divorcio. Animarles a hacer preguntas y a hablar sobre sus sentimientos y pensamientos.
• Demostrar sensibilidad a sus temores.
• Decirles repetidamente que no son responsables por el conflicto o el divorcio.
• Apoyar la relación de los niños con el otro padre, a menos que sea peligroso.
• Mantener las rutinas lo más posible.
• Introducir personas nuevas gradualmente.
Adolescentes (13-17 años)
• Están más envueltos con su grupo de pares y dependen menos de sus padres que los niños menores.
• Les preocupa el impacto del divorcio en sus relaciones.
• Sienten dudas de sus propias capacidades de establecer relaciones a largo plazo.
• Pueden tratar de tomar ventaja de los padres.
• Fíjese si muestran señales de malestar: ira y hostilidad extrema, actitud desafiante, preocupación por asuntos financieros u otros asuntos de adultos, auto-concepto disminuido, aislamiento, problemas académicos o sociales en la escuela, comportamientos impredecibles o arriesgados.
• Mantener abiertas las vías de comunicación.
• Ser justo y razonable al asignarles responsabilidades.
• Apoyar la relación de los muchachos con el otro padre, a menos que sea peligroso.